A mostrarse

La idea de mostrarse resulta. Depende de quien se muestre, eso sí, porque varios pasaron tipo ánimas de cementerio por la alfombra de la última Gala del MET, espectáculo que ha recaudado más plata que ninguna otra.

Los que sí fueron vistos y vieron a los demás confirman cuan importante es tener un estilo propio. Porque el uniforme se está comiendo al mundo. Y ya está siendo demasiado tedioso ver los mismos filtros, las mismas poses, las mismas caras, las mismas tendencias (qué agote el oversize!) como para tener que aguantar más de lo mismo de la flor y nata del showbusiness.

Ni flores, ni jardines, esta vez fue el dandy negro, prodigio de estilo y ritmo que baila en la sangre de la gente de color: pieles preciosas, guiño masculino, individualidad. Nadie igual a nadie. Todos un espectáculo en sí mismo.

Y a pesar de una temática común (¿ lo habrá disfrutado Sir Andrée Leon Talley?), la libertad de expresión desfiló sabrosa en una alfombra azul colmada de solapas, uñas, accesorios, pinches, cortes de pelo, volúmenes, texturas, caras, bastones, bocas, derroche de puros, piel satinada, guantes.

La MET Gala 2025 fue un aire fresco de individualidad, ¡si hasta Nicole mochó su melena!. A ver si la invasión monocromática y monotemática de las redes sociales dejan de darnos la lata con lo mismo de siempre.

Gracias Anna.